Desde ayer el servicio SMS, mese-mese para los amigos, ha dejado de tener sentido para mí. El último bastión ha sucumbido a la tecnología.
Si ya no recibo mensajes de Sincopada... ¡¡¡no voy a recibirlos de nadie!!!
Bueno, miento.
Cada seis meses seguiré recibiendo un mensaje de una famosa cadena de perfumerías indicándome que hacen la jornada de precio andorrano (que suelo aprovechar porque mi perfume solo es permitible a precio de principado sin impuestos).
Y también seguiré recibiendo un mese-mese de la entidad bancaria cada vez que yo, o alguien sin mi permiso, gaste una cantidad advertible con mis tarjetas de crédito.
Así que, puedo dar por muerto el servicio SMS.
Sincopada, ¡¡¡bienvenida al siglo XXI!!!