viernes, 26 de julio de 2013

Un futuro en verde

TIKAL, el Imperio arrasado por la vegetación


Ayer,mientras sudaba a mares arrancando malas hierbas en mi huerto, se me reblandeció tanto el cerebro que me dio por elucubrar teorías apocalípticas. 

En mi huerto las "malas" hierbas crecen como bestias mientras que las tomateras y otros manjares lo hacen tímidamente, aun siendo abonadas, regadas y mimadas en exceso.
Me pasé más de un cuarto de hora arrancando plantas de patatas a pesar de que, en los 4 años que hace que tenemos este huerto, nunca las hemos plantado.

Es curioso, esas semillas han esperado ahí, latentes, durante años, para volver a germinar y crecer. Eso no hay otro ser vivo capaz de hacerlo, ¿cuánto dura vivo un espermatozoide fuera del cuerpo del hombre? ¿o de cualquier otro bicho?

Más tarde vi que las plantas de tabaco que arrancamos el año pasado están volviendo a crecer y que sobre una montaña de hierbas y cañas secas pendiente de ser quemada refulgía una tomatera salvaje y verde, en mejores condiciones que las que diligentemente hemos plantado nosotros.

Entonces recordé "La invasión de los ultracuerpos" y me acordé de un cómic que me prestó el Sr. Pérez, "Fragmentos de la Enciclopedia Délfica", buenísimo, y cómo en él los árboles, en un futuro muy lejano, desarrollan una inteligencia superior a la humana. Después me asaltó a la memoria una conversación con la señorita Salamandra, en la cual me explicó que había visto un documental de cómo evolucionaría nuestro planeta si se extinguiera el ser humano, y la vegetación se apoderaría de ciudades y territorios en menos que canta un gallo.

Y pensé en Tikal, en el día que, medio muerta gracias a un retrovirus, me subí a aquella pirámide para contemplar la selva y el esplendor de aquella ciudad sagrada desde arriba. Tikal, pese a ser una de las mayores ciudades del Imperio Maya, fue sepultada tras su abandono por la vegetación propia de una selva tropical en pocos años, y se tardó mucho en encontrarla. Los trabajos para deforestar medianamente los alrededores de las ruinas fueron titánicos, y aun así dicen que probablemente queden muchos restos aun por descubrir, imposibles de hallar entre la maleza. No sé si habéis visitado alguna vez una selva, pero os aseguro que la sensación de ser minúsculo frente a las plantas es acojonante.

El calor y trabajar duramente a pleno sol, definitivamente, me licuan el seso.

Pero creo firmemente que ellas, LAS PLANTAS, serán las  Reinas de la nueva Edad de Piedra. Porque por más que deforestemos y contaminemos, el sol, la tierra, el agua y todas esas semillas esperando siempre van a estar aquí. El futuro es suyo.

(Queens of the Stone Age han sacado un disco buenísimo, no os lo perdáis...)


viernes, 19 de julio de 2013

RESACÓN EN BILBAO (lo que pasa en Bilbo, en Bilbo se queda)


Érase una vez tres alegres y joviales muchachas catalanas, todas ellas amantes de la música, de la fiesta, del buen yantar y del buen beber (también, todo hay que decirlo, de algunas sustancias más). Grandes amigas, o más que amigas, podríamos decir, Másqueperras de corazón y de actitud, unas buenas personas pero malas mujeres, sintetizando la esencia. Muy buenas personas, perdón, malas mujeres solo a ratitos.

Tenían como sana costumbre emprender un viaje anual hacia tierras bilbaínas, con la única meta de pasarlo bien por si acaso no existiera un mañana, no fuese que las pillara La de la Guadaña sin haber vivido, tristes y cabizbajas. Ese nunca había sido su estilo.

Y ahí las tenemos, un viernes por la noche, recién llegadas a la ciudad que tanto aman, empolvando sus naricillas antes de empezar su recorrido barístico (una dama no debe descuidar jamás su nariz), uno tras otro, pintxo tras pintxo, cerveza tras cerveza, hasta que no quede un garito donde meterse, o hasta haber noqueado en demasía sus sentidos (siempre suelen coincidir ambas cosas, aunque nuestras pizpiretas damiselas no parecen tener fondo, si no cerraran los bares no verían la hora de acostarse, y eso sería fatal (o peor aun) para ellas).

Con apenas 4 horas de sueño entre pestaña y pestaña, empapadas en sudor y bajo los efluvios etílicos de la noche anterior, ducha fría y rápida para dirigirse a La Casa de Atrás, estudio de tatuajes en el que tienen hora para marcarse como dulces ternerillas. En un ataque o arrebato de borrachera (no pueden recordar con precisión) tomaron la decisión de tatuarse las tres lo mismo. ¿Motivo a dibujar? Algo que les une más que nada pasados tantos años de amistad: la másqueperrez. Resultado: 2 partes interiores de muñeca y una paletilla con:
Dibujo original de Àlex, buen lector y amiguete de las Másqueperras. Gracias, artista.

*Inciso: si alguien encuentra una panda con este distintivo: podéis saludarlas, son ellas.

Con los tattoos vendados como chopped con papel film, alegres y pizpiretas se calzan sus bambas de guerra y toca colonizar Kobeta. Gente y más gente, colas interminables...pero solo entrar en el recinto flipan al oír unas guitarras. Extasiadas ante ese grupo que no conocen, sienten una atracción poderosa hacia ellos. Syberia, de Barcelona, grandes, inmensos, bellos, bellísimos!!!! (sí, se nos ve en el vídeo). Deciden hacerse groupies en ese mismo instante, deciden que lo de ser groupie debería estar remunerado, deciden que deberían poder vivir solo de admirar a cracks como ellos. Al terminar el concierto, sus pezones están erectos cuales Tomahawks y la piel erizada. Es hermoso descubrirse tan igual y tan eróticofestivo.



Coinciden en que ha sido un calentamiento estupendo para poder bailar, botar, cantar, reír y disfrutar con sus adorados The Hives, suecos, grandes, inmensos, cachondos, bellísimo batería!!! Enloquecieron como pavas de 15 años, sudaron, quemaron toxinas y se descojonaron con las ocurrencias del cantante (incapaces de reproducir o pronunciar su nombre). Una hora que supo a poco, a nada. Hubiesen bailado y cantado al menos un par de horas más. O el resto de la noche, pero con ellos. Saben poner a la concurrencia en lo más alto, las críticas lo han dicho, The Hives el mejor bolo de todo el festival.

Del BBK poco más que reseñar, lástima que los cabezas de cartel (Green Day) no fueran (ni serán) santo de su devoción y se les hicieran largos, tediosos, reiterativos y...sí, pesaos, pero pasaron las horas en la ladera farlopera hablando, riendo, bebiendo...y deseando ya conocer el cartel del próximo año. Un día juraron amor eterno a esta ciudad y a este festival y que allí acudirían mientras las fuerzas las acompañasen.

Domingo de resaca absoluta. La primera vez que no se ven capaces ni de pisar el Guggenheim. Modorra, pintxos, siesta y gozar de esa ciudad que las seduce hasta el tuétano. A pesar que las de rizos sufren lo suyo envueltas en esa humedad perenne. A Bilbo la amas o la odias, ellas la aman. Aun les quedaba una noche más, la noche en la que, cada una a su manera, buscaron los placeres implícitos a la ciudad, sin importarles los kilómetros restantes hasta reposar sus huesos, sabiendo que, una vez más, esperarán otro año para poder volver a disfrutar de ser ellas mismas, y de estar juntas. 

Sin excusa para perder un tren, un avión, o la cabeza misma, emprendieron el viaje de vuelta en coche. Sin prisas, admirando el paisaje, rayándose con las indicaciones de la voz irritante del GPS, decidiendo sobre la marcha donde comer. ¿Cenicero? Qué lindo y extraño nombre, allá que van. Con unas alubias pochas entre pecho y espalda reprenden el viaje de vuelta. Y sí, la másqueperrez les sobrevino...aaaaarrrrgghhhh!!!! con el depósito para 30 km. de gasolina y las indicaciones que el surtidor más cercano estaba a 35 km. tuvieron que rezar en arameo para no quedarse tiradas, para no tener que ir como caperucitas con su bidón. Suerte que entre las tres suman contactos en todas las provincias y una alma caritativa no hubiese permitido tal despropósito. 

Da igual cuántas vicisitudes pasen, los traspiés que les sobrevengan o si los astros no se alinean a su favor... porque como buenas mosqueteras son "Una para todas y todas para una".





jueves, 11 de julio de 2013

La teoría de los cordones

Museo RAMONES en Berlín, the best museum in the world!!
No, éste no es un post sobre la "teoría de las cuerdas", sino uno sobre mi propia "teoría de los cordones".
Una gilipollez, para entendernos.

Siempre me han gustado las personas que usan zapatos con cordones. Yo soy de ese club.

¿Por qué? Porque cada día, cuando llega la hora de calzarnos, le dedicamos un tiempo a ese acto, el de atarnos los cordones.

Atarse los cordones, aunque parezca una tontería, no lo es. En absoluto. Requiere destreza y dedicación, y unos instantes de calma. Un tiempo precioso que dedicamos a ese menester,cosa que no hacen las personas que nunca usan zapatos con cordones, quizás más atropelladas y menos pacientes. Tampoco las que amoldan las ataduras de manera que puedan calzarse y descalzarse sin necesidad de atar y desatar... ¡eso está muy mal!

Esos breves segundos en los cuales podemos repasar mentalmente nuestras vidas o reflexionar sobre la "teoría de las cuerdas", cada cual lo que más le plazca.

Es de estar por casa, lo sé, pero me gustan las personas que usan zapatos con cordones.



martes, 2 de julio de 2013

Cuestión de proporciones

Es momento de cosechar y las carreteras, carreterillas y caminejos del condado están llenos de tractores, cosechadoras, camiones y otros artefactos inmensos y lentos.

Hasta ahí fácil de comprender. Sencillo: COSECHA=CARRETERA PELIGROSA.

Perdón, no, carretera peligrosa NO, carretera llena de HIJOS DE PUTA QUE NO RESPETAN LA VIDA Y DEBERÍAN MORIR ELLOS.

Esta mañana, volviendo de la ciudad al pueblo, un hijo de puta despiadado armado con un Audi ha adelantado a un tractor en una curva con DOBLE LÍNEA CONTINUA poniendo en peligro su vida y, de paso, la mía.

Casi me mato por su culpa, grandísimo cabrón, aun me tiemblan las piernas.

Una persona que no respeta la vida de los demás debería estar encerrada, o ir a pie o matarse él solo en alguna esquina.

Hace cosa de un par de años le dejé una notita a un capullo en el parabrisas de su coche donde ponía: "Debes tener la polla igual de pequeña que el cerebro...ah! pero...¿sabes leer y todo?". 

A día de hoy constato que, muchas veces, la proporción de sus pollas va inversamente relacionada con la de sus coches. Creo no equivocarme. El cerebro, directamente, no llega ni al reptiliano.

Cabrones impotentes armados con bombas de cuatro ruedas...¡¡IROS A TOMAR POR CULO!!

Ya......buffff, mejor, mucho mejor....



lunes, 1 de julio de 2013

COMIENZOS

Niiinooniiii, el móvil está sonando. Es mi madre. Muy raro porque nunca me llama en horas de trabajo ... descuelgo.
- ¿Nenaaa?
- Hola mami (gritando para que el finísimo oído de mi madre me perciba).
¿¿¿estás bien, tesoro??? (detecto nivel de ansiedad subyacente, mi querida madre es muy dada a hacerse pájaras mentales sin ningún fundamento. Me agarro porque vienen curvas).
- Sí, mamá, muy bien.
- ¡¡¡No he sabido nada de ti en todo el fin de semana!!! (ha sido el cumpleaños de Little Princess aunque ella no se acuerde) ¿no estarías mejor aquí en casa con nosotros? (argh, sudor frío) ... mira que tu padre está muy preocupado por ti, dice que estás muy sola y que a ver si te va a entrar alguien en casa. Está muy muy nervioso.

Mi querido padre es como un Buda de metro ochenta y cinco y 120 kilos en canal, que solamente se levanta del sillón para comer o para irse a la cama. Su vida tiene una velocidad de crucero más lenta que la de una tortuga artrítica así que,  si me cuesta muchísimo imaginármelo en un estado que se acerque remotamente a la inquietud, el término “muy nervioso” es un ejercicio de ciencia ficción para el que no tengo neuronas suficientes. Resumiendo: mi madre, esa gran pasiva agresiva.
- Pues no mamá (¿qué le hace pensar a mi madre que a nivel de protección, entre estar sola y estar con dos octogenarios recalcitrantes hay tanta diferencia?). Estoy bien, no os preocupeis.

- ¿Y ya comes?
- (lo que hay que oir ... mi separación más bien me está engordando que adelgazando. A cada uno le da por lo que le da) Sí, claro que como mamá, tengo 41 años, ¿qué pregunta es ésa?
- Es que la última vez que te vi estabas muy tristona, cariño.
- Es un divorcio mamá, no una juerga flamenca.

- Ya entiendo que es lo que toca, pero aún así ...

- Es lo que hay. Ya pasará.

- Tú ya sabes que tus padres estamos para lo que haga falta bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla ....... y es que yo ya sabía que pasaría esto.
Eso sí que no. No es culpa mía y ese anzuelo no lo voy a morder. No voy a escuchar cómo en "su opinión" yo tendría que haberme comportado como una perfecta esposa y madre, pariendo hijos como una coneja, sin salir con las amigas, sin rechistar, cocinando y lavando calzoncillos abnegadamente... No. Esa conversación no va a tener lugar, porque, francamente madre, y con todo mi amor: ¿qué coño sabrás tú?  ..."Tengo una reunión mamá, te llamo luego. Un beso". Cloc, cuelgo y corro al lavabo a intentar evitar el destrozo del rimmel por el maremoto en mis lagrimales.
Qué puta habilidad tiene esta mujer para hacerme llorar.

Y es que mi separación -imagino que como todas- está siendo fácildifícil (nuevo palabro bi-acentuado que acabo de inventar. RAE, espérame que ahí voy). Me he ido de mi casa a un pisito pequeño pero cuco y que puedo pagar, tengo a mi ex-marido cerquísima (y se supone que ahora somos amigos ... JAJAJA un momento, que me está dando otro ataque de risa) y, aparentemente, nuestra hija está llevando de cine eso de vivir en dos casas a semanas alternas. Hasta ahí, todo muy civilizado y maravilloso.

Hasta ahí. Porque en realidad me está costando adaptarme a mi nueva vida, mi nueva casa y mi nuevo barrio. No sé qué hacer con mi tiempo cuando mi hija no está conmigo. Me llevo bien con mi ex y me preocupa lo que le pase -la mayoría de las veces- pero en ocasiones la chunga que vive en mi anhela que esté mal, fatal, mucho peor que yo. Y la perspectiva de ser libre para hacer lo que me plazca y con quién me plazca, me da más vértigo que otra cosa.

Es lo normal, supongo. Ya sé/me han dicho/he leído ... que todo pasa sus procesos, su fases, y que es cuestión de tiempo. La mierda me la estoy comiendo sin entender todavía porqué. Ni porqué ahora.

Pero después leo cosas como ésta ... y pienso que todavía no es tarde para vivir de verdad.



Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.


 

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